sábado, 26 de diciembre de 2009

Cazador y cazado (1)


La historia de tu mirada no es compleja:

Tú me localizas y divisas. Seguidamente me observas y, más tarde, estás al acecho de todo movimiento que haga, hasta acercarte a mí y encontrarte cara a cara con mis ojos.

A partir de aquí, la historia de tu mirada termina y comienza la de tus labios.

No hay comentarios: