domingo, 24 de enero de 2010

ilustración


De mis entrañas surgen cosas.

La golondrina que has dibujado y que quiere volar, escapar y sentirse libre, por ejemplo, o el viento exaltado que azota la piel sensible de las personas.


De mis entrañas surge el amanecer resplandeciente de la mañana y me invita a contemplarle con admiración y deseo, que ya no sé si del sol me he enamorado o es únicamente pasión matinal que me hace perder la cabeza cuando, con su lengua brillante, me incita a sentir orgasmos.

De mis entrañas aparece la tibia suavidad de los pequeños placeres, su tacto sedoso y su interior chirriante. La calma y la quietud se desbordan también de mi vientre. Me domina el deseo de querer y el deseo de alcanzar lo que nunca antes había logrado.


La noche, por ser noche, es bella y enigmática, y de ella trasciende el misterio de añorar abrazarte como lo hacen entre sí mis intestinos, revueltos como dos cuerdas liadas que no se pueden desatar. Así, ahora mismo y no mañana, aquí en este lugar y no en otro. De esta manera es como tenemos que perdurar: entrelazados.


De mis entrañas surge la indiferencia, esa que descompone las risas y desmitifica el amor.

De mis entrañas surge la desesperación por sentir una vez más que no estoy loca y que lo que cuento es y fue absolutamente real.

De mis entrañas surge hasta el vacío, tan vacuo y profundo como siempre, tan infinito, tan agonizante, tanto, que si no supiera que de ellas nacen mis pasiones, habría quedado ya atrapada en los barrotes de metal de la prisión de mi mente.


Ya veis, de mis entrañas surge mi deslealtad y mi poca cordura, mi cariño y honestidad, mi sorpresa y decepción, mis temores, mis ideas, mis llantos, mis dolores… Tus ojos, tu boca, tus cabellos, tu sonrisa… Surgen estas figuras literarias absurdas, deprimentes y tan típicas, que a veces también surge deliberadamente la frialdad de mi cuerpo cuando me susurras que soy tuya y cuando observo que me miras con cariño para no convertirme en una cursi


De mis entrañas nace mi rutina y mis quehaceres, mi yo, mi tú… todo lo que está en mí, para después estropearlo todo pensando como un ilustrado.

5 comentarios:

Juan Carlos dijo...

de las entrañas sale lo mejor y peor de cada uno..elige bien con lo que te quedas.. a mi me vale con tus figuras literarias

Unknown dijo...

me ha gustado, a veces somos capaces de sacar de dentro tantas cosas...
para mi las noches suelen ser nostálgicas, es el momento en que más necesitas a alguien al otro lado de la cama, las mañanas simplemente te devuelven a la realidad, pero aun así siempre hay tiempo para seguir soñando un poco más
:)

AdR dijo...

Sólo alguien como tú (por lo que llevo conociéndote) podría asemejar las entrañas con estar entrelazados, hasta el fin o no de los días, real o imaginario.

Besos :)

Laura dijo...

No sé cómo tomatme eso de "sólo alguien como tú" AdR jajajaja

AdR dijo...

A bien, a bien :D