lunes, 8 de febrero de 2010

No creas todo lo que digo


Llueve en Madrid y mi bonita flor amarilla ha sufrido un pequeño accidente. No me conoces, ni si quiera creo que me importe.
¿Cómo he sido capaz, dime, de volverme más tarada aún de lo que estaba?
Intento imaginarme el mañana, pero no soy capaz de hacerlo contigo. Creo que tampoco me apetece perder mis días pensando en lo podría ser y no es; pero aquí estoy, escribiendo de nuevo sobre lo que me gustaría que bajo ninguna condición me gustase. ¿Y qué es eso, tú, o lo de perder la cabeza?
Ya os lo dije. Majareta perdida.
Sé que no es demasiado tarde ni temprano como para delirar a estas horas del día, sin embargo no puedo irremediar mi estupidez y sé que quienes me leéis a diario acostumbráis a entreverlaJustificar a ambos ladossiempre entre línea y línea. No me juzguéis, por favor.

No te tengo materializado, y no estoy ciega, vendada o amordazada, sólo trato de conceptualizar por enésima vez mi postura en el tablero.

Hoy es día de chimenea y manta, pero ya veis, por tener, no tengo ni calefactor.

3 comentarios:

Vergónides de Coock dijo...

Que buena imagen de tu post, me gustó. Suerte.

Juan Carlos dijo...

creo q apenas hace falta conocerte ;) caes bien!!

Patricia dijo...

"sólo trato de conceptualizar por enésima vez mi postura en el tablero."
Eso es algo que hago mil veces.. y aún no he conseguido averiguar...
Me gusta esta entrada muchísimo