sábado, 20 de agosto de 2011

The Killing Time





Sigo teniendo ganas de mover cosas de su sitio.
Mi avión sale dentro de media hora,
mis ilusiones llegan dentro de dos.

Pero cuando me encuentre en casa, ya no tendré más armarios para desarmar,
ni cortinas que quitar,
ni cuadros con los que horrorizarme,
ni espejos que colgar.
Ni bicicletas que montar.

Y a pesar de haberme acostumbrado a que la bici y yo seamos una,
-los alemanes y su estilo de vida-
no me queda más remedio que moverme a mí misma de sitio,
y mandarme al sondeo de lo que ando buscando,
que creo que es una mente despejada y un futuro,
aunque no estoy segura.

1 comentario:

AdR dijo...

Suerte en tu búsqueda de mente despejada. Si encuentras otra me la pasas.

Un beso.