jueves, 25 de julio de 2013

Reflejo en la mampara


















Mirarte en el reflejo
de la mampara del baño
y sentir miedo.
Estar amedrentada,
atemorizada,

acojonada.

Que te asuste ver
el agua que cae
sobre el pelo,
que corre
sobre tu abdomen,
que resbala
entre tus muslos.

Girarte,
ignorarlo.

Esquivarte.

Calmarse
y pensar que todo
está correcto,
en su sitio.
Convencerse de que,
a pesar de todo,
sigues el cauce
que te hace bien.

Pero luego,

Luego.

Volver a mirar
el reflejo en la mampara
lloriqueando la falta
de dolo y compostura
simultánea.

Recrearte en la profunda
desesperanza
que te produce
contemplar.


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